jueves, 6 de junio de 2013

Totem




Me han hecho creer que la sangre que periódicamente bebo no es mi sangre; pero veo diariamente mi espíritu derramado sobre la mesa, como un manjar del que no me atrevo a comer. El hambre es enorme y sin embargo cada día deslizo los ojos hacia otra parte.

Por todos sitios, cuerpos que mueren a la intemperie del cielo como lagartos caídos en olvido; secos, aislados, máscaras vacías se desploman a mis pies arañando la tierra.

Por todos sitios la resaca de las luces del siglo arrasando con la vida y cubriendo el mundo de humo y de metal y de fuego.

Del otro lado está la vida que nadie se atreve a convocar. El amanecer y el crepúsculo se acercan simultáneamente.

Del otro lado está la excedencia sin resto.

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